Ahora en serio... ¿Qué son los Agentes de IA y por qué debería importarme?

Ahora en serio... ¿Qué son los Agentes de IA y por qué debería importarme?

Introducción

Así que, aquí estamos, sumergidos hasta las orejas en la asombrosa era digital, donde la inteligencia artificial (o IA, su apodo de barrio) es tan omnipresente en nuestras vidas como las fotos de comida en Instagram. Desde esos asistentes virtuales en nuestros teléfonos que recuerdan todo desde nuestra lista de compras hasta el cumpleaños de la tía Berta, hasta esos algoritmos de recomendación que insisten en que deberíamos ver "El ataque del pulpo gigante" en Netflix, la IA está cambiando nuestras interacciones con la tecnología y el mundo más que cualquier actualización de software podría soñar.

Sin embargo, hay aspectos de la IA que siguen siendo tremendamente enigmáticos para el común de los mortales. Uno de esos puntos de trama confusos es el concepto de los Agentes de Inteligencia Artificial. Podemos imaginarlos como mayordomos digitales superdotados, alimentados por Modelos de Lenguaje a Gran Escala (o LLMs, porque, ¿quién no ama un buen acrónimo?), diseñados para conversar como si fueran humanos reales, sin ese monótono "Perdona, no te he entendido" de Alexa.

Pero, claro, te preguntarás: "¿Qué son estos Agentes de IA y por qué debería importarme más que el último tema de Bad Bunny con The Weeknd y Travis Scott?" La primera razón es que el tema es decepcionante. Esperemos que el aclarar los conceptos relacionados con estos Agentes no lo sea tanto.

¿Qué diablos son los Agentes de Inteligencia Artificial?

Cómo explicarlo... imagina a un tipo en tu entorno que puede realizar tareas por sí mismo sin pedir ayuda constantemente. Es decir, justo al revés que ese compañero del curro.

Los Agentes son capaces de hacer esto gracias a esos Modelos de Lenguaje a Gran Escala (LLMs), que son básicamente sistemas de IA que han asistido a clases intensivas de lenguaje humano. Por tanto, son capaces de mantener conversaciones, responder preguntas y realizar acciones basadas en comandos en lenguaje natural, haciendo una impresionante imitación del comportamiento humano.

Por ejemplo, un Agente podría ser ese asistente virtual que te salva de la ignominia de olvidar el cumpleaños de tu madre por tercera vez seguida, o que busca por ti los efectos secundarios de comer demasiado queso a las 2 de la mañana. También podrían trabajar en servicio al cliente, respondiendo preguntas como: "¿Por qué mi tostadora está en llamas?" o ayudando a los clientes a encontrar el perfecto par de zapatos de tacón para su próxima cita.

Así, un Agente basado en IA no es solo una herramienta que puedes utilizar, es una revolución en la forma en que interactuamos con la tecnología. Es tratar con sistemas tecnológicos sin necesidad de un conocimiento técnico, a través de un mayordomo digital a tu disposición, que entiende y responde a tus necesidades de manera intuitiva.

Acciones: ¿Cómo actúan los agentes?

Veamos ahora qué andan haciendo estos Agentes. Sus "acciones" son simplemente las tareas que pueden realizar basándose en las pistas que les das. Estas pueden ir desde cosas tan simples como responder a una pregunta hasta cuestiones un poquito más complicadas, como programar una reunión, resumir un documento y mandarlo por correo, o generar un prototipo documentado para una startup (es en serio).

Gracias a los LLMs que los alimentan, nuestros Agentes pueden analizar la información que les proporcionas, entender el contexto y el objetivo de esa información, y luego decidir qué es lo que deben hacer. Esta capacidad para actuar según el contexto los hace muy útiles y versátiles.

Por ejemplo, si le pides a un Agente de IA que programe una reunión para la próxima semana, el agente se pondrá manos a la obra: entenderá tu solicitud, se dará cuenta de que quieres organizar una reunión, identificará cuándo es "la próxima semana", buscará un hueco en tu apretado calendario y luego creará una nueva cita para la reunión. Todo esto sucede de una manera tan humana y sencilla que parece natural.

Y lo más interesante es que las acciones de los Agentes de IA no están predeterminadas. Estos ingeniosos sistemas pueden ser programados y personalizados para realizar una amplia gama de tareas, dependiendo de lo que tú o la aplicación necesiten. Así que, básicamente, los Agentes de IA son como una navaja suiza: están listos para ayudarte con cualquier cosa que necesites.

Integraciones: Como Meter un Elefante en una Maleta

Si pensabas que con entender las 'acciones' ya teníamos todo lo importante para entender los Agentes y su relevancia, lamento decir que te equivocas... También hemos de hablar de las "integraciones". En términos mortales, una integración es cuando metes a tu Agente en otros sistemas o plataformas, permitiéndole actuar dentro de ellas, y de esta manera, extendiendo sus habilidades y accesibilidad.

Por ejemplo, podrías conectarlo con tu plataforma de mensajería preferida - Slack, Telegram, o esa vieja y confiable paloma mensajera -. Con esta integración, tu Agente de IA podría interactuar con los usuarios directamente a través de estas plataformas, permitiendo que obtengan respuestas a sus consultas, programen reuniones, o realicen cualquier otro acto de magia digital que el Agente esté programado para hacer, todo sin salir de la comodidad de su plataforma habitual.

Otro ejemplo común es conectar tu Agente con asistentes virtuales como Google Assistant o Alexa. Esto te permitiría interactuar con ¿él? a través de comandos de voz, llevando las cosas a un nivel mucho más personal y cómodo.

Las integraciones no son solo un extra en la caja de herramientas de los Agentes; son esenciales para maximizar su valor. Al permitir que interactúen con un abanico más amplio de sistemas y plataformas, las integraciones desbloquean un nuevo universo de posibilidades para el uso de agentes en todo tipo de aplicaciones.

Vale, pero todo esto para qué

Ahora que sabemos de qué van estos Agentes de IA, las acciones y las integraciones, toca hablar de por qué deberían importarte. Ya hemos comentado que estas criaturas digitales tienen un montón de ventajas que pueden hacerte la vida más fácil, pero profundicemos un poco.

Para empezar, hacen que lidiar con la tecnología sea menos como tratar de domesticar un velociraptor. Al entender y generar tanto lenguaje humano como código, estos agentes hacen que interactuar con el software sea tan fácil como hablar con tu mejor amigo. Se acabaron los días de tener que aprender comandos y algoritmos más complicados que un guión de Nolan; ahora puedes expresar lo que necesitas en lenguaje normal y corriente y dejar que el agente se encargue del resto.

Además, las 'acciones' aumentan la productividad, automatizando tareas que normalmente requerirían tiempo y esfuerzo humanos, mientras que las 'integraciones' se encargan de que tus agentes sean tan omnipresentes como los anuncios de las redes sociales. ¿Colaboras con tu equipo en Slack? Tu agente está ahí. ¿Das soporte al cliente en Telegram? Tu agente también puede hacer eso. ¿Quieres que Google Assistant te ayude con las tareas del hogar? Bueno, eso todavía podría ser un poco complicado, pero ya será posible. Mientras tanto, siempre puedes hacer que te apunte qué tienes pendiente y te lo mande por correo.

Pero no todo es un camino de rosas

Por supuesto, como cualquier tecnología emergente, los agentes basados en inteligencia artificial no son perfectos y también tienen sus propios retos.

Para empezar, a pesar de los espectaculares avances recientes, todavía no tenemos agentes que puedan descifrar completamente el lenguaje humano, con todas sus sutilezas y ambigüedades. Asimismo, los procesos de razonamiento que son capaces de emular tienen aún una complejidad limitada.

Además, hay que hacer malabares para integrar correctamente los agentes en diferentes sistemas y plataformas, cada uno sus propias reglas y limitaciones técnicas, así como desarrollar las posibles acciones.

Y eso no es todo. También hay que pensar en las implicaciones éticas, y en la privacidad. Los agentes a menudo necesitan acceder y procesar información delicada para hacer su trabajo. ¿Cómo nos aseguramos de que estos datos se manejen de manera segura? ¿Cómo garantizamos que, a medio o largo plazo, no se conviertan en un Gran Hermano digital?

Parece claro que estos agentes van a seguir evolucionando y ganando terreno, pero también es crucial que nos enfrentemos a estos desafíos y preguntas para asegurar que el uso de la IA sea seguro, ético y beneficioso para todos. Porque, al fin y al cabo, nadie quiere a HAL 9000 en su casa, ¿verdad?

Hemos surfeado por la ola de los nuevos agentes basados en IA, sus capacidades (acciones) y las formas en las que podemos comunicarnos con ellos (integraciones). Como hemos visto, estos genios digitales son capaces de entender y hablar nuestro lenguaje, haciendo que tratar con software a su través sea tan fácil como pedirle a tu perro que te traiga las zapatillas… Cuestión de tenerle bien enseñado.

Los Agentes, como hemos visto, tienen la posibilidad de revolucionar cómo tratamos con la tecnología. Al convertir nuestra relación con los sistemas digitales en algo más humano, accesible y omnipresente, estos agentes tienen un montón de beneficios tanto para la gente como para las empresas.

Aun así, no podemos olvidar los retos técnicos, éticos y de privacidad que supone implantar estos Agentes de IA. Solo si enfrentamos estos problemas podremos aprovechar todas las ventajas de esta tecnología, a la vez que nos aseguramos de que su uso sea seguro y ético.

Y, para que veas que no estamos hablando de ciencia ficción, te presento a Spokes (www.spokesai.com), una plataforma que permite crear y usar tus propios agentes sin necesidad de conocimientos técnicos. Ofrece integraciones y acciones ya listas para usar, y te permite añadir más. Así, podrás empezar a disfrutar de todas las ventajas de los agentes desde ya. ¡Anímate a unirte a la waitlist!